«Tralalarta, tralalerta,
el Wuggly Ump está a la puerta.
Ay qué ruidos tan poco tiernos.
¿Por qué ha venido a vernos?
Esos ojitos, esa mirada
en cara tan obstinada.
¡Qué garras desagradables!,
¡qué fauces abominables!»
Tres niños despreocupados y felices que cantan y trenzan flores; un monstruo cavernario que come fango y sanguijuelas y quiere cambiar de dieta; un encuentro inevitable y el triunfo de la naturaleza. Dulce y perturbadora, El Wuggly Ump es otra obra maestra del inimitable Edward Gorey.