¡Abran paso, abran paso! ¡Despejen el Ágora,
que llega Diógenes, el filósofo-perro!
¡Diógenes os morderá la espinilla y levantará
su pata sobre vuestras riquezas! ¡Dejará
vuestras ínfulas hechas fosfatina y no os permitirá
seguir diciendo tonterías ni creyendo
en banalidades! Nadie puede detener a Diógenes,
el propio Alejandro Magno tuvo que
apartarse ante sus verdades, que resuenan
como ladridos. Y ahora llega el turno del
gran combate filosófico en el Ágora de Atenas:
Diógenes, el filósofo-perro se enfrentará
al sabio Platón