Había una vez un hombrecito que siempre tenia frio. En otoño, en invierno, en primavera e incluso en el verano, cuando afuera brillaba el sol. Siempre estaba en su casita temblando junto a sus estufas al rojo vivo. Pero un día no pudo soportarlo más. Quería por fin entrar en calor. Se abrigo mucho y salió por la puerta... El señor Abrigos nos enseña de una forma maravillosa que para cada uno de nosotros hay alguien que nos puede calentar el corazón. Ya sea con amistad o amor.
"Una obra de humor, de cómo quitar las capas que nos envuelven, para descubrir la calidez de la conexión humana.” —Foreword
Representada en teatros de todos los Países Bajos.
Obra seleccionada por la Sociedad de Ilustradores de NY para su Exposición Anual de Art.
Esta historia demuestra que hay una tapa para cada olla, incluso los más pequeños se entusiasmarán con la historia de amor descongelando a dos personas heladas." —School Library Journal