Un día de sol el narrador de esta leve historia decide dar un paseo y llega hasta el puerto de su ciudad. Allí ve que acaba de llegar una caja sin remitente ni destinatario. Una señora elegante la reclama para sí: la caja contiene un vestido que le ha enviado su hermana. Enseguida el director del museo de cera la contradice, diciendo que en realidad la caja contiene esculturas para su museo.
Llegan entonces el doctor, el alcalde, un policía, un científico, el banquero, la bibliotecaria, un excursionista, un niño, una cantante de ópera... Cada uno de ellos tiene sus pretensiones, pero al final los obreros del puerto decidirán abrir la caja para sacar de dudas a todo el mundo. En la caja encontrarán algo con lo que nadie contaba.
Las ilustraciones de Meritxell Duran aportan su imaginario emocional y variopinto a un texto de tono ligero y delicado que nos habla de lo que es importante en la vida.