Corre el año 1988 y hace veinte que Tadek vive en Israel, donde llegó de niño con su madre, obligada a huir de Polonia a causa de un marido carismático, alcohólico y violento que suscitaba entre sus hijos una esquizofrénica mezcla de admiración y terror. Ahora, la mujer de Tadek lo ha abandonado llevándose al hijo que tienen en común y la fatídica repetición del destino de su padre, condenado a la soledad, lo sume en una profunda crisis. Siguiendo un impulso, Tadek vuelve a su Polonia natal para reencontrarse con su progenitor, quizá por última vez, y observarlo con los ojos de un adulto. Decidido a dejar atrás para siempre todo lo que representa su padre, Tadek emprende un ines- perado viaje con él—ya frágil y decrépito, pero no menos abusivo—en busca de una incierta reconciliación que los obligará a afrontar juntos los fantasmas del pasado. Una historia honesta y conmovedora sobre el amor filial y la búsqueda de la identidad, narrada con sentido del humor y ternura, pero también con el inevitable desgarro de las profundas heridas infliigidas en la infancia.