Después de Dormilones y de Comilones, publicados en 11 idiomas, ahora Octavio Pintos y Martín Ianuzzi nos cuentan mil y un detalles sobre cómo se procuran alimento algunas especies cazadoras. Porque las formas y modalidades de caza son casi infinitos en la naturaleza, desde los animales que corren más que sus víctimas a otros que engañan, muerden, electrocutan, hipnotizan, etc. Algunos detalles y datos son, como siempre, sorprendentes y divertidos. Por ejemplo, la ferocidad del diablo de Tasmania, la puntería de la Garza, la capacidad de disimulo de la Mantis religiosa y otros muchos más.