La permacultura está en boga. En contraposición a la agricultura intensiva y sus secuelas, este método de cultivo, que imita el ciclo perpetuo de la naturaleza, propugna un tipo de agricultura permanente. Para probarla no se necesita un gran terreno, con una parcela basta, pues el punto clave de la permacultura consiste en la planificación, no en la extensión.
Este manual ayuda a aplicar los postulados de la permacultura al propio huerto, exponiendo de forma clara y sencilla los pasos para que la planificación en permacultura resulte eficaz: observar las zonas soleadas y umbrías, cómo se proyectan las sombras, por dónde se canaliza el viento, los sitios más cálidos o frescos, los desniveles; conocer las características del suelo: la necesidad o no de un cultivo en montículos; la mejora del cultivo en profundidad; informaciones sobre ahorro del agua, reciclaje de la materia (compostaje, acolchado...) y aprovechamiento de las interacciones entre plantas (plantas soporte, plantas polinizadoras, plantas «amigas») para crear una armonía vegetal y animal.