El libro ofrece un estudio del uso que, a lo largo del siglo XX, regímenes políticos de muy distinto signo han hecho del arte como medio de difusión de sus ideas. Se incluyen capítulos dedicados al fascismo, el realismo socialista y los gobiernos democráticos, así como a otros movimientos de carácter reivindicativo (feminismo, pacifismo). Aunque centrado fundamentalmente en el mundo occidental, el autor no se olvida de otros ámbitos culturales, como el africano.