Solemos pensar que la ciencia moderna se inventó en Europa, producto de grandes mentes como Nicolás Copérnico, Isaac Newton, Charles Darwin o Albert Einstein. Pero esto es un error. La ciencia no es, ni ha sido nunca, un empeño exclusivamente europeo.
Copérnico se basó en técnicas matemáticas tomadas de textos árabes y persas. Cuando Newton estableció las leyes del movimiento, se basó en observaciones astronómicas realizadas en Asia y África. Cuando Darwin escribió El origen de las especies consultó una enciclopedia china del siglo XVI. Y cuando Einstein estudiaba la mecánica cuántica, se inspiró en el físico bengalí Satyendra Nath Bose. Horizontes va más allá de Europa, explorando las formas en que los científicos de África, América, Asia y el Pacífico encajan en la historia de la ciencia, que se entiende mejor como una historia de intercambio cultural global.
Con una poderosa fuerza narrativa, James Poskett nos lleva en un viaje en el tiempo alrededor del mundo y rastrea los orígenes de la ciencia moderna: desde los palacios de los aztecas hasta las universidades chinas, cuenta la historia de los pioneros olvidados de los grandes conocimientos.