La idea de que una película sea capaz de inducir cambios
en la realidad por medio de sus imágenes mágicas está
en el corazón de la obra de cineastas experimentales como
Maya Deren, Harry Smith y sobretodo Keneth Anger,
seguidor de la filosofía mágika de Aleister Crowley.
Mucho antes que estos creadores, los cineastas alemanes del periodo mudo, como Murnau, Lang, Henrik Galeen
y otros ya habían empleado el montaje, como el mago usa
los hechizos y abracadabras propios de su oficio, para dotar al cine
de esa dimensión esotérica. Sus obras más famosas, Nosferatu (1922),
Metrópolis (1927), El gabinete del Dr. Caligari (1920), El Golem (1920)
o El estudiante de Praga (1926) son auténticas joyas malditas
del cine que han dado lugar a numerosas especulaciones.
Jesús Palacios, crítico y escritor sobradamente conocido
por los aficionados al cine y la literatura de terror en nuestro país,
escarba en este Hollywood maldito en una serie de películas
«genuinamente» malditas ?aquellas que, no solo durante el rodaje
sino a menudo tras su estreno, han provocado y se han visto rodeadas
de fenómenos extraños, inexplicables y trágicos?, centrándose
en las más famosas e infames de la historia del cine en general
y de Hollywood en particular. La erudición de Jesús Palacios nos
desvelará que películas como Nosferatu, La semilla del diablo (1968),
El exorcista (1973), La profecía (1976), Poltergeist (1982),
o El cuervo (1994), cuya leyenda negra resulta estar en perfecta
sintonía con sus contenidos, parecen tener sorprendentes
e innegables conexiones entre ellas. El lector puede considerar
este Hollywood maldito como una suerte de ampliación y actualización
de aquel otro ensayo, Satán en Hollywood, publicado hace diecisiete años por la editorial Valdemar y germen de esta nueva obra.