La vida real no es un cuento. Los padres de Tién son refugiados que se esfuerzan en mejorar su inglés y él, que no controla el vietnamita, desconoce las palabras para salir del armario en su idioma.i ni siquiera sabe cómo decir lo que quiere, ¿cómo va a saber si sus padres podrán aceptarlo?a respuesta está en los cuentos, el lenguaje sin barreras que Tién comparte con sus padres. A través de las historias que han acompañado a su familia a lo largo de generaciones, tanto Tién como sus seres queridos aprenderán a navegar el mundo y a hacer de los cuentos relatos para quienes lo necesitan.