David B, amigo de las atmósferas mágicas y de los relatos simbólicos, elabora en esta monumental novela gráfica un ejercicio de instrospección que transforma su memoria de una niñez vivida en el seno de una familia que giraba en torno a la enfermedad de su hermano, en material de ficción. En estas páginas turbadoras están todas sus constantes, sus logros mayores, la semilla de su universo creador.