Ella se llama Luna. El pequeño, que ya no lo es tanto, es Félix. Ariel es el abuelo, sentado, duermevela, en su butaca acolchada. Luna se da cuenta de que en su casa nadie escucha. No tiene nada bajo control. En ese preciso instante, encuentra bajo la puerta la nota de un vecino que desencadenará la correspondencia más importante de su vida.
Mireia Darder nos presenta esta fábula de Nora Shen sobre los miedos y los complejos que nos afectan día a día. Shen, flamante descubrimiento de la colección Emociones, demuestra con esta obra una sensibilidad insólita, añadiendo dosis de un estilo muy personal a sus fuertes raíces con la tradición.
Esta es la historia de un maravilloso ciclo de transformación. Un manifiesto de vitalidad que reivindica la toma de consciencia del aquí y el ahora. Un grito musical a nuestra libertad, i la muestra definitiva de que el mejor consejero puede estar en las cosas más cercanas.
Un mapa para conquistar el laberinto de la vida.