El libre mercado al estilo angloamericano –apoyado por todos los líderes occidentales, desde Tony Blair a Bill Clinton, y en todos los países, de Suecia a Nueva Zelanda— domina nuestra vida cotidiana. Sin embargo, este libro argumenta que el intento de imponerlo en todo el mundo dará lugar a un desastre de dimensiones semejantes a la caída del comunismo soviético: causará guerras, agravará los conflictos étnicos y hundirá en la pobreza más absoluta a millones de personas.
La conclusión es que no todo puede ser objeto de transacciones comerciales. O al menos no debería ser así. Estados Unidos, el presunto buque-insignia de ese nuevo orden mundial, se dirige hacia su desintegración moral y social a medida que va perdiendo terreno frente a otras culturas que nunca han olvidado que el mercado funciona mejor cuando está perfectamente imbricado en la sociedad. El libre mercado está socavando los valores de la civilización burguesa en el mismísimo centro del capitalismo. Y las soluciones políticas convencionales, del conservadurismo a la socialdemocracia, ya no son viables. ¿Qué hacer, entonces?
John Gray, un ex partidario de la «nueva derecha», da unas cuantas respuestas a esa cuestión en este libro, una de las obras más apasionadamente polémicas que se hayan escrito contra la utopía del libre mercado desde Carlyle y Marx. Pero lo más significativo es que Falso amanecer no ofrece ninguna solución, no sugiere ninguna reforma inmediata y augura un porvenir muy oscuro. Una prueba irrecusable de que Gray no es sólo un analista agudo e inteligente, sino también un hombre honesto. Una honestidad, como la de su libro, francamente reconfortante.