Los siglos medievales fueron tiempos difíciles para las mujeres. La misoginia y los prejuicios tanto de eruditos laicos como de los poderosos hombres de Iglesia no se lo pusieron nada fácil a aquellas mujeres que soñaron con desarrollar sus dotes intelectuales o artísticas y saltar el constreñido muro de sus hogares. Para ellas solamente existían dos caminos, ser esposa y madre o entrar en un convento. En ambos casos se les exigía discreción y sumisión. Pero existieron mujeres que decidieron arriesgarse y escoger otra senda distinta. Es de estas mujeres de las que trata la obra, un libro que pretende recuperar las biografías de algunas de ellas y romper con un silencio larga e injustamente impuesto.
Mujeres silenciadas en la Edad Media hace primero una reflexión sobre el mundo en el que les tocó vivir, una sociedad en la que los modelos que imperaban eran la Eva bíblica, causante de todo el mal, y María, la madre de Dios y redentora del mundo.
Es este un viaje al mundo de las catedrales, a los tiempos en los que nacen las universidades, un recorrido por un tiempo en el que Europa empezaba a despertar en sus ciudades, donde el comercio iniciaba un lento pero inexorable avance hacia el mundo moderno. Pero es un viaje hecho de la mano no de los hombres, sino de las mujeres. De aquellas que aquéllos quisieron arrinconar y que, en algunos casos, no lo consiguieron.