Erich Auerbach es uno de los más reputados investigadores de las culturas románicas y en Mimesis va trazando, a lo largo de tres milenios, la historia de la representación poética en Occidente, con base en ejemplos característicos que siguen de modo cabal su análisis. Además, un posfacio escrito por Edward W. Said ayudará al lector a reconocer la obra de los poetas, del mismo modo en que lo hace Auerbach, como uno de los quehaceres humanos más fundamentales. Para lograr su objetivo, el autor divide su estudio en tres partes. En primer lugar, hace evidente cómo el poeta griego solo estuvo atento a los eventos y personajes transcendentes de su comunidad; de ahí la importancia de la epopeya y sus héroes. Después muestra cómo en la Edad Media el cristianismo hizo tambalear a la poesía clásica y dividió a la retórica en dos estilos: uno bajo, divulgado por los juglares, y otro elevado, difundido por el mester de clerecía. Finalmente expone la revolución estilística de Stendhal y Balzac, surgida a partir de la novela costumbrista y la comédie larmoyante del siglo XVIII.