«Un escritor tiene que estar constantemente tomando decisiones (133;) Pero tengo la impresión de que quienes escribimos en una lengua minorizada, sojuzgada, en situación diglósica, folclórica, en decadencia, en franca recuperación, antiquísima (táchese lo que no proceda) como el euskera, y desde un país pequeño, colonizado, con el mayor grado de autonomía de Europa, sobredesarrollado, esquizofrénico (táchese, con más energía aún si cabe, lo que de ninguna manera proceda) como el País Vasco, estamos obligados a tomar unas cuantas decisiones más que la mayoría de los escritores. Incluso aquellos dilemas que compartimos con escritores de otras lenguas y países, poseen sus propias peculiaridades, cuando nos obligamos a hacerles frente en nuestra minúscula parcela de la República Mundial de las Letras.
Este ensayo, o este panfleto quizá, es un intento, en primer lugar, de ordenar mis ideas sobre todo lo que supone pertenecer a un sistema literario como el vasco 151;bueno, está por ver si merece siquiera la pomposa denominación de 147;sistema literario148;151; y ser, además, alguien que escribe en euskera 151;pero también en español151;. Y me gustaría que fuera, asimismo, una especie de guía no académica para quienes, sobre todo desde fuera del País Vasco, deseen saber algo más sobre la literatura vasca actual: estudiantes, profesores, periodistas, aficionados a la literatura » (del prólogo del autor).