Todo viaje fantástico, incluido el de recorrido subterráneo, es escenario, itinerario y símbolo de una lección moral, de una desesperada recuperación del tiempo pasado, de una crítica social, o de una comparación con nuestro mundo. Por eso los viajes fantásticos en general, y en particular los que se internan en la profundidad de la Tierra, son casi siempre como parábolas que hay que desentrañar. Tras La Tierra de Jules Verne y La montaña y el arte, Eduardo Martínez de Pisón cierra esta trilogía sobre Geografía y Literatura rindiendo un homenaje explícito a la célebre novela de Jules Verne, Viaje al centro de la Tierra, para disfrutar, junto con sus posibles lectores, de las portentosas aventuras que, a lo largo de los siglos, poetas y escritores –de Homero a Verne, de Virgilio y Dante a George Sand–, han imaginado en ideales descensos al interior del Planeta.