Situado en el barrio rojo de Hamburgo, el Café Lehmitz era un lugar de encuentro de prostitutas, proxenetas, travestis, matones y delincuentes. Anders Petersen (Estocolmo, 1944) tenía dieciocho años cuando llegó a Hamburgo y encontró el Café Lehmitz casi por azar. En 1968 regresó al Lehmitz, conoció a nuevos clientes, entabló contactos y comenzó a hacer fotografías, turbadoras en su franqueza y
autenticidad, desprovistas de voyerismo y falsa compasión.