El mar ejerce una atracción de amplio rango para la mayoría de los hombres, imposible de soslayar, quizás imbricada a nivel del ADN mitocondrial. Navegar, como volar, siempre constituye un reto. El peligro acecha con cada minuto que transcurre dada la cuasi indomabilidad de ambos medios. Pero si a esto le añadimos la actividad humana, entonces el panorama se complica extraordinariamente. En el libro que tiene en sus manos aprenderá muchísimo sobre los enemigos de la navegación y del comercio: los piratas. El autor nos ubica en espacio y tiempo: Norteamérica, concretamente Virginia, entre la primera parte del siglo XVI y XVII. Todas las acepciones los califican como ladrones, dedicados en cuerpo y alma a ejercer el despojo y robo como forma de vida. Lo mismo atacaban una ciudad que un barco o convoy, con la esperanza del botín y preservar la vida para disfrutarlo. Un ensayo que motiva el interés por esta parte de la historia norteamericana, donde se combinan de la mejor forma posible el rigor histórico y la narrativa ágil, cercana, directa.
Es un libro imprescindible para asomarnos al complejo mundo de la piratería en la Norteamérica de los siglos XVI y XVII.
Hugh F. Rankin (1913-1989). Investigador que dedicó una parte significativa de su vida a la docencia, sobre todo en la Universidad de Tulane, Nueva Orleans, Luisiana. Fue además un importante y reconocido historiador con una línea de estudio centrada en el período colonial norteamericano. Más de una docena de libros dan cuenta de su acuciosa labor, además de muchos artículos en diferentes medios especializados. Dos publicaciones sobre el tema de la piratería, Pirates of Colonial North Carolina y La edad de oro de la piratería, constituyen sendos hitos en la materia. Su labor como investigador y docente, más allá de su relevancia, recibe homenaje cada año, desde 1991, con el premio otorgado por la Louisiana Historical Association para el mejor trabajo de postgrado.
Carlos Alberto Hernández Oliva es fundador del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana y dirigió su departamento de Arqueología. Ha compaginado el trabajo de campo en contextos subacuáticos y terrestres, además de investigar en importantes centros documentales, como el Archivo General de Indias, Simancas, Históricos Nacionales de Cuba y España, Inglaterra, etc. Varios libros y publicaciones dan cuenta de su trabajo en el ámbito de la historia naval hispanoamericana.