Los escritos aquí reunidos, ensayos y relatos de una rara pureza, evidencian la intensidad de la vocación filosófica de Jeanne Hersch: textos en los que el cuestionamiento no se constriñe a las vías comunes e intenta avanzar por el camino de la expresión, de la libertad última del pensamiento. En ellos, Jean Starobinsky vio «la culminación de una obra», y un testimonio vívido de una de las más importantes voces de la filosofía europea.