En los últimos siglos, Rusia ha conocido centenares de impostores, de falsos zares y zarévichs, de falsos hijos de Nicolás II o de Stalin, de falsos revolucionarios, de falsos dignatarios de la corte02026; que han sido celebrados con gran fervor popular o incluso han acaudillado, muchas veces con cierto éxito, insurrecciones masivas contra el núcleo del poder autocrático.
El 0201C;autonombramiento0201D;, la impostura permanente que sacude Rusia, consiste por tanto en algo tan descabellado como declararse zar, o hijo del zar, o heredero legítimo del trono, etc., aun a sabiendas de que no se es ninguna de esas cosas. ¿Anécdota sin ningún interés, muy propia de eruditos aburridos? ¿Locura campesina? ¿Ignorancia típica de un pueblo atrasado, muy alejado de la modernidad occidental?
Claudio Sergio Ingerflom demuestra que es más bien todo lo contrario, y nos ofrece una original Historia de Rusia, por momentos divertida, por momentos espeluznante, que al hilo de la impostura consigue acercarnos a la especificidad de la historia política rusa, al tiempo que desenmascara algunos de nuestros más íntimos prejuicios modernos y occidentales.
0201C;La feria de los zares. Claudio Ingerflom analiza la epidemia de falsos monarcas en Rusia durante los últimos siglos, y de ello extrae conclusiones sobre la naturaleza del poder. Fascinante0201D; Pierre Karila-Cohen, Le Monde