Este es el relato de un viaje de ida y vuelta. La ida, en 1977, al mar Rojo en busca de los árabes del mar imaginados en la infancia a través de Las aventuras de Simbad. La vuelta, en 2002, es un reencuentro con aquel mundo al que el autor había conseguido asomarse veinticinco años atrás.
El mundo de los navegantes árabes que surcaban el Índico con sus veleros impulsados por los monzones, en busca de especias, sedas, marfi les, piedras preciosas… siguiendo unas rutas que apenas habían variado desde los tiempos del legendario marino.
Jordi Esteva escribe con la voluntad de recuperar los rescoldos de un mundo que acababa de desaparecer, ya que «por más que todo cambie aún permanece la memoria, y en algún lugar de las costas de Arabia encontraré viejos marinos con las historias que ya nadie quiere escuchar».