En julio de 1925, André Gide emprendió un viaje a las posesiones francesas de África ecuatorial como enviado especial del Ministerio para las Colonias. De aquella estancia, que duró aproximadamente un año, surgió este Viaje al Congo, una dura crítica de la política colonial del Elíseo que tenía muy poco que ver con otras obras contemporáneas escritas al dictado de determinados intereses políticos o comerciales. El libro, que provocó una verdadera convulsión social en Francia, no es tan sólo un testimonio vivo de una de las actuaciones más infamantes del hombre blanco en el continente negro, sino uno de los grandes exponentes de la literatura de viajes de todos los tiempos.
«Algunos libros de viaje levantan acta de la historia. Este Viaje al Congo contiene la declaración anticolonialista de André Gide. Se inicia con las expectativas estéticas propias de un posromántico: ansia insaciable de exotismo. Muestra por todas las cosas a la vez un interés desmesurado y paralizante, propio de un poeta. Un día no puede dormir. Siente "un lamento inmenso" por las injusticias que padecen los indígenas. La suerte está echada. El resto ya no será sólo literatura.» Juan Antonio González Iglesias, El País