La isla más grande del Mediterráneo y que en los últimos años se ha convertido en otro de los principales destinos turísticos de Italia, gracias a su clima y a una inteligente explotación de los pueblos más pequeños que ofrecen alojamientos muy asequibles y unas condiciones excelentes.
Paisajes mediterráneos y un pueblo hospitalario y acogedor ya familiares: colinas cubiertas de vegetación, acantilados contra los que se rompe el mar, pequeñas calas de arena y la presencia amenazadora y a la vez protectora del Etna, el gran volcán que ha forjado el destino de la isla.
Otra de las ventajas es que la isla puede recorrerse en muy poco tiempo: las distancias no son muy grandes y los puntos de interés, podrán visitarse sin que lleve mucho tiempo.