Desde Mozart, a mediados del siglo xviii, hasta Alban Berg ya bien entrado el siglo xx, veintidós compositores desnudan su alma en estas cartas, que hablan de amor, pero también de la vida cotidiana, las ideas, los sueños y los sentimientos personales.
Su autor, que dedicó su vida al estudio de los protagonistas, plantea: “Alguno de ellos tal vez se desvele ante el lector de un modo del todo inesperado: su música o su retrato presagiaban una persona completamente distinta. ¿Es entonces la carta de amor la auténtica vía de acceso a un alma siempre oculta?”.