En la primavera de 1505, trastornado por la muerte de Andrea, un monje cuya belleza admiraba, Michelangelo Buonarroti huye de Roma. A sus treinta años, el artista, que ya ha esculpido el David y la más célebre de sus pietà, empieza a ser reconocido, y el papa Julio II acaba de encargarle la construcción de su tumba. Michelangelo se traslada a Carrara, donde espera que la tarea de elegir los bloques de mármol, acordar su precio y organizar su transporte lo ayudará a olvidar al monje. Sin embargo, el trabajo en la cantera, la magia del paisaje y las amistades que traba a pesar suyo devolverán a este escultor huraño y colérico emociones que había arrinconado mucho tiempo atrás. En Pietra viva, relato intenso y luminoso, de una escritura contenida y a la vez sensual, Leonor de Recondo da cuenta de cómo los seis largos meses que Michelangelo pasa en Carrara llegan a transformar su visión del mundo y también la manera de afrontar su propia obra.