H. P. Lovecraft escribió La búsqueda en sueños de Kadath la Desconocida tras su regreso a su maravillosa Providence en 1926. En su momento, el autor concibió esta novella como un ejercicio de escritura, y de hecho no se publicó por primera vez hasta 1943, seis años después de su fallecimiento.
Sin embargo, La búsqueda..., el texto más extenso del llamado ciclo onírico, contiene el elemento crucial que marcaría los relatos de horror de la última y más fructífera década de Lovecraft, la premisa de que las leyes humanas, el bien y el mal carecen de validez en la inmensidad del cosmos, en un universo ilimitado en lo espacial y lo temporal donde la humanidad no es más que una anécdota insignificante.
La visión fugaz de una «ciudad maravillosa del atardecer» lleva a Randolph Carter a zambullirse en un mundo onírico de tintes lisérgicos y tan lleno de enigmas como la Ruta de la Seda que exploró Aurel Stein. Carter transita por un universo alternativo, desde el bosque encantado donde habitan los zoogs, a las alturas del Ngranek, la fabulosa Celephaïs, la ciudad de los gatos de Ulthar o el bullicioso puerto de Dylath-Leen con sus extraños mercaderes. Los avatares llevan también al viajero a la luna, donde habitan criaturas con aspecto de sapo y a un mundo subterráneo poblado por monstruos surgidos de la inagotable imaginación lovecraftiana. Por todas partes, Carter buscará una forma de acceder al castillo de ónice en la cima de Kadath para preguntar a los dioses de la tierra por esa ciudad maravillosa del atardecer.