1932. El alemán Martin Schulse y el judío norteamericano Max Eisenstein se quieren como hermanos, y juntos
han abierto una galería de arte en California. Pero Martin decide regresar a casa, así que Max se quedará a ocuparse
del negocio. Desde el primer día se escriben cartas, como habían prometido, pero cuando Hitler ascienda al poder en
1933, la tierna complicidad de la primera correspondencia empezará a bascular hacia el horror. Con admirable economía
de medios, este epistolario retrata el horror ideológico de la Alemania nazi y, al mismo tiempo, la mecánica intemporal
que separa a víctimas y verdugos. Aunque se trata de un relato relacionado con el Holocausto, Paradero desconocido es,
entre otras cosas, un thriller impredecible.