«Solo quería bailar» narra en primera persona la historia de Pili, una bailarina sevillana que está en la cárcel porque acabó jarta (como ella dice) de la institución y su burocracia, y se volvió terrorista, aunque no una tan buena como a ella le hubiese gustado. Pili habla en andalú, es divertida, escatológica y tonta, o eso le han dicho una y otra vez, pero su discurso aparentemente naíf y deslavazado esconde un alegato más que certero contra el sistema y sus baluartes que destila bastante mala leche e invita a la carcajada.
El deslumbrante debut novelístico de la bailarina, coreógrafa, payasa y directora teatral y circense Greta García es un libro hilarante que engancha desde la primera página, una novela bruta e irreverente llena de personajes inolvidables, llamados a marcar a toda una generación.