«Cuando el personaje principal comienza a narrar su historia, de inmediato sabes que va a ser algo fuerte, y no tardas en verte frente a él, escuchando el relato, olvidando que estás leyendo».
Rubén es famoso porque sale diciendo gilipolleces en televisión sobre Cristiano, Messi, Simeone y compañía, vive en Madrid, en un coqueto piso en Malasaña, el barrio de moda, disfruta de sus días de manera holgada y despreocupada y folla por encima de sus posibilidades con montones de mujeres que se le apelotonan en las redes sociales. Lo tiene todo a favor.
Pero él no ido a Madrid a eso. Rubén necesita escribir la novela definitiva, una historia que sea reflejo de lo que sueña, piensa y siente sobre la vida y todo lo demás. Ante la dificultad de plasmar el texto y bajo la premisa de que vivir es de alguna forma nutrir de experiencias a su futura novela, se deja arrastrar por la imprevisible vida de Madrid, por sus bares, sus cañas, sus noches, por esas mujeres que a todas horas buscan pasar un rato con el famoso de la tele sin importarle quién hay detrás.
Solo se impone tres reglas: no follar por Tinder, no enamorarse y no vender el tiempo que necesita para escribir la novela. Pero las cosas no salen según lo planeado y en esta vorágine que es su vida, Rubén tendrá que resolver una cuestión a la que jamás pensó tener que enfrentarse: ¿Cuántas veces puede un hombre tocar fondo en una vida sin volverse loco?
«Las novelas de Javier Jorge atrapan porque cuentan todas esas cosas que la mayoría pensamos o sentimos pero no nos atrevemos a reconocer. Y él las dice».