Con No hay amor en la muerte Gustavo Martín Garzo regresa al universo de El lenguaje de las fuentes, que le valió el aplauso de la crítica más exigente y el temprano cariño de los lectores.
En esta ocasión novela el sacrificio de Isaac. Bendecido por Dios con un hijo cuando se había resignado ya a la esterilidad, Abraham recibe la orden de sacrifi carlo como demostración de fe y devoción. Abraham se dispone a obedecer y en el último momento Dios le ordena que no mate a su hijo. Sacrificio fundacional para la religión judía y ejemplo supremo del temor a Dios, durante siglos esta parábola ha proyectado sombras inquietantes sobre su naturaleza y sobre las consecuencias en la futura vida de Isaac.
Inquietudes que Martín Garzo recoge ahora para explorarlas con un estilo insólito, un fraseo hipnótico. Una novela emocionante que pone en términos humanos las viejas historias bíblicas con una ambiciónn que recuerda por momentos a la de Thomas Mann.