Desde hace tiempo Ludovica Fernández Mano se niega a salir a la calle. Vive puertas adentro con su hermana. Pero su hermana se enamora y se casa, y entonces ambas se mudan con el nuevo marido. El piso es maravilloso, repleto de libros, sólido, protector. Una noche la pareja sale a una fiesta. En la ciudad, en todo el país, Angola, la revolución y la independencia avanzan. Pasan las horas, pasan los días y la pareja no regresa. Ludovica quita la puerta y levanta una pared. Se encierra, sin pensar cómo será el mañana. Sólo la acompaña un perro.
Más allá de esos muros, hay un mundo en ebullición. En las tres décadas que permanece encerrada, Angola vive el cielo y el infierno: la ilusión de la liberación; la irrupción corrosiva del capitalismo; la corrupción; la codicia; la venganza. Inevitablmente, retazos de ese mundo ingresan a la casa, la alteran y la mantienen viva. De paso, preparan a Ludovica para la sorpresa final.
Con una escritura sensual y una imaginación desbordante, con un pericia infrecuente, José Eduardo Agualusa urdió una trama lujosa. Hemos nimios, en apareciencia casuales, son parte de un rompecabezas perfecto que se construye paso a paso, mientras el lector avanza deslumbrado. Teoría general del olvido es una novela maravillosa, con el poder hipnótico de los grandes sueños. Es algo muy sencillo y a la vez muy raro: una obra maestra.