Los relatos de Extraños testimonios provienen de una dimensión donde la realidad parece moldeada con la misma sustancia de la que están hechos los sueños. Moviéndose por regiones inciertas, el presente libro ejemplifica una de las facetas estilísticas de Daína Chaviano que ella denomina «gótico caribeño».
Sus propuestas formales son tan diversas como sus contenidos, trazados con una prosa sutil y feroz a la vez. Deudora de clásicos anglosajones y latinoamericanos que van desde Edgar Allan Poe hasta Horacio Quiroga, de Margaret Atwood a Juan José Arreola, de Howard P. Lovecraft a María Luisa Bombal, la autora de Extraños testimonios avanza por una senda narrativa que la distingue del resto de los escritores hispanoamericanos y, en especial, de sus coterráneos cubanos.
El uso de elementos fantásticos, eróticos y terroríficos son sus herramientas para abordar temas dolorosamente humanos —la mujer-objeto y la mujer rebelde, los conflictos del escritor ante el acto creativo, la realidad social de un país, la fragilidad de la psiquis— en tonos que transitan por el humor más perverso, la intensidad poética, el horror de lo innominable y una ironía lúdica, casi gozosa.
Sin embargo, el lector puede obviar esas segundas o terceras lecturas, y simplemente disfrutar de estas singulares narraciones donde la naturaleza humana enfrenta sus demonios que, siempre al acecho, nos recuerdan que lo insólito y lo maravilloso también pueden sorprendernos en plena luz del trópico.