Cuando Auraya fue elegida sacerdotisa, nunca imaginó que apenas una década después se convertiría en una de los Blancos, los representantes más poderosos de los dioses.
Desgraciadamente, Auraya goza de poco tiempo para acostumbrarse a los excepcionales poderes mágicos que le otorgan esas divinidades. Unos misteriosos hechiceros vestidos de negro han llegado desde el sur y acosan a los suyos; corren rumores de que se está levantando un ejército para desafiar a los Blancos. Auraya y sus nuevos compañeros tendrán que trabajar incansablemente para sellar alianzas y para unir los pueblos del continente del norte bajo un mismo estandarte.
Se avecinan tiempos de guerra, y si Auraya no logra dominar sus nuevas dotes mágicas a tiempo, ni el apoyo de los dioses será suficiente para salvarlos.