Septiembre de 1944. Adolf Hitler pone a disposición del gobierno colaboracionista de Vichy el monumental castillo de la ilustre familia Hohenzollern, situado en la pequeña población alemana de Sigmaringen. El mariscal Pétain y el presidente Laval encabezan un heterogéneo grupo de ministros, milicianos y criados más dos mil civiles franceses. Sigmaringen se convierte en una diminuta Francia dirigida por un ilusorio gobierno, en el que no faltan intrigas, ambiciones, envidias, traiciones...