"Carlota en Weimar" surge de una anécdota en apariencia nimia, la llegada a Weimar del personaje que sirvió de inspiración a Goethe en "Desventuras del joven Werther", y su posterior encuentro con el que fuera su apasionado adorador cuando éste cuenta ya setenta y siete años y se halla en la cima de su fama.
Esta obra maestra, escrita ya por Mann en el exilio y publicada por primera vez en 1939 en Estocolmo, se ha leído a menudo como la respuesta de Mann ante la grave amenaza que para la cultura alemana suponía el totalitarismo hitleriano.
Homenaje a un Goethe con el que Mann compartía la atracción tanto por lo germano como por lo latino.
Al atractivo de esta obra, por sí misma, se une la traducción realizada por Francisco Ayala, que es posiblemente la mejor que hay firmado este narrador, sociólogo, ensayista y traductor. Este año el traductor celebra su centenerio y la traducción su 65 aniversario.