«Volvía andando por las calles, los tranvías iban sin parar arriba y abajo, igual que los automóviles y que la gente. ¿Dónde van?, me decía. Van a lo suyo, decía mi madre, déjalos. Me peleaba con los tranvías, con los automóviles, con la gente que pasaba por la calle.
Vivir así se había convertido en un infierno, pero en el Infierno por lo menos hacía calor, y aquí las calles estaban cubiertas de placas de hielo. El frío entraba en los pulmones, el aire helado cortaba la piel. Pensé en emigrar como emigran los pájaros. Me voy a la Capital, me decía, al menos allí hace calor. Los pájaros vuelan, yo, en cambio, iba andando hacia la Estación del Ferrocarril.»
Publicada en 1966, La serpiente es la historia de un comerciante de sellos que supuestamente tiene una amante que lo traiciona y lo abandona. En realidad el argumento de la novela es la estructura de la novela en sí misma. La serpiente es una propuesta de libertad, un desafío a la racionalidad y una deconstrucción de la novela naturalista, de la que acepta las reglas para luego destruirlas desde dentro. No es una novela de hechos sino de cancelación de los hechos. Pasan muchas cosas pero se borra todo lo acontecido hasta que en la última página el hechizo se cumple: el libro ya no existe.
Luigi Malerba, pseudónimo de Luigi Bonardi (Berceto, 1927-Roma, 2008) fue uno de los narradores italianos más innovadores de la segunda mitad del siglo XX. Formó parte del del Grupo 63, movimiento artístico neovanguardista al que pertenecieron entre otros Umberto Eco y Edoardo Sanguineti. Escribió novelas, relatos y textos para el cine y la televisión. Publicó su primer libro, El descubrimiento del alfabeto, en 1963.