Ha llegado el otoño y, con él, el último año de instituto. Según su inseparable Sam, para Salvador y ella empieza la vida. La universidad y la madurez son promesas a punto de cumplirse. Salvador sabe que todo va a cambiar, pero no sospecha hasta qué punto. Ya el primer día de clase se descubre pegando a un chico que ha insultado a su padre. Jamás había sentido esa violencia: ¿habrán aflorado los genes del desconocido padre biológico?
A golpe de desilusiones, conflictos y pérdidas, el mundo de Salvador y sus amigos se transforma vertiginosamente. El joven desea reconstruirlo, en busca de una nueva lógica que rija su vida. En el camino, los tres amigos dejarán mucho atrás, pero también ganarán. Aprenderán a identificar y vencer los miedos, y estrecharán los lazos de amistad y familiares, reconfortados por una gran certeza: existe el amor incondicional.
Solo un poeta como Benjamin Alire Sáenz puede entretejer con calidez y naturalidad una historia tan intensa sobre cuestiones que nos atañen a todos, ofreciéndonos una novela que, con su estilo luminoso y musical, nos cautiva de la primera a la última página.