Dani miente. Miente muy bien. Pero lo hace por pura supervivencia. Porque no se comprende a sí mismo, porque no se acepta como es, porque tiene miedo de su entorno, porque pueden más los prejuicios que los sentimientos. Hasta que un día la red de mentiras empieza a romperse y por fin se enfrenta a una verdad que le hace daño, pero que lo libera. Sin dramatismos y con buenas dosis de humor, asistimos al descubrimiento de la opción sexual de un adolescente.