EN 1821, JOHANN CHRISTIAN WOYZECK APUÑALÓ A JOHANNA WOOST: CRIMEN QUE INSPIRARÍA A GEORG BÜCHNER PARA ESCRIBIR LA PRIMERA OBRA DEL TEATRO CONTEMPORÁNEO. WERNER HERZOG LO LLEVÓ A LA GRAN PANTALLA, Y AHORA SEM-SANDBERG LO CONVIERTE EN NOVELA. VADEANDO TORTUOSOS Y TORTURADOS RECUERDOS, EL PROPIO ASESINO ENCARCELADO NARRA LOS HECHOS EN UN ROMPECABEZAS DE LOCURA, DESEO, CRIMEN Y CULPA. WOYZECK PINTA UN AUTORRETRATO DEL HOMBRE MODERNO QUE APENAS DABA SUS PRIMEROS PASOS EN AQUELLA EUROPA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX: UN HOMBRE QUE SE ESFUERZA POR DARLE SENTIDO A SU CAÓTICA VIDA, QUE SE AFERRA A LO POCO QUE ENTIENDE DE ESTE MUNDO TRAS INNUMERABLES TRAUMAS Y PESADILLAS. DESDE LA CELDA DEL ASESINO, ASISTIMOS A UN DESPIADADO ESTUDIO DEL SER HUMANO COMO CRIATURA VULNERABLE AL ABISMO: UN ABISMO QUE, SEGÚN BÜCHNER, FORMA PARTE DE TODOS.