Basándose en trabajos de importantes académicos bíblicos (como Rudolph Bultmann, Raymond Brown, Jane Schaberg o Robert Funk, entre otros), el cineasta Paul Verhoeven desnuda al mítico personaje de Jesús para revelar a un hombre que, en el fondo, tiene mucho en común con otros grandes líderes políticos a la lo largo de la Historia.
Cuando desaparece el Jesús de los milagros, cuando olvidamos al hijo de Dios, se va también el tejedor de parábolas cuyos significados son oscuros. En su lugar, Verhoeven nos descubre a un Jesús que es un hombre completo, alguien que cambió paulatinamente a causa de los acontecimientos; el líder de un movimiento político y, quizás lo más importante, alguien que, en sus discursos y refranes, introdujo una nueva ética en la que el abrazo de las contradicciones humanas trasciende el valor que hasta ese momento había definido el mundo material.