Del aeropuerto de Le Bourget despega un avión con catorce personas a bordo. Poco antes de que la aeronave
aterrice en su destino, fallece una de las pasajeras. Tiene una pequeña marca en el cuello. En un principio, la causa
de la muerte parece deberse a la picadura de una avispa, pero pronto se descubre que en realidad ha sido asesinada con
un dardo envenenado. ¿Quién tenía motivos para desear su muerte? Y, sobre todo, ¿cómo ha podido alguien consumar su
crimen en pleno vuelo? Parece algo imposible. El detective Hercule Poirot, que era uno de los pasajeros del avión, se
enfrenta a un misterio aparentemente irresoluble en el que nada es lo que parece.