Desde las catacumbas de la literatura, Jim Thompson emergió con furia para marcar a fuego la novela negra.
Su estilo salvaje, crudo y nihilista lo convirtió en un revolucionario, y el paso del tiempo, en un clásico indómito.
Este volumen recoge sus cuatro novelas más famosas y también las mejores: 1280 almas, El asesino dentro de mí, Los
timadores y La huida. Todas ellas beben de los clásicos, pero Thompson subvierte las normas del género para llevar a
sus personajes al límite y cumplir con la máxima que cumplen sus narraciones: nada es lo que parece.