En los últimos decenios ha habido grandes cambios en nuestra forma de comer para los cuales no está adaptados ni nuestro organismo ni nuestra microbiota intestinal, lo cual puede originar diferentes problemas en nuestra salud. Se han incrementado de forma importante los problemas relacionados con la salud mental como es el caso de depresión o ansiedad, pero también las reacciones adversas a los alimentos se han incrementado de forma significativa. La Academia Europea de Alergología e Inmunología estima que a nivel mundial existe una prevalencia de Intolerancias y Alergias Alimentarias en adultos superior al 30 % de la población, y en la región mediterránea, entre un 10-15 %.
La ansiedad/depresión y ciertas afecciones gastrointestinales como es el caso del síndrome del intestino irritable son condiciones altamente prevalentes cuya concurrencia se estima entre 44 y 84 %. Y curiosamente se han identificado alteraciones de la microbiota intestinal compartida en estos trastornos.
La forma de comer es determinante en trastornos relacionados con la salud mental, como es el caso de la depresión o la ansiedad, ya que se puede actuar en diferentes ejes corporales mediante distintos mecanismos de acción ayudando a solucionar el problema... La psiquiatría nutricional es una rama cada vez más en boga y un término cada vez más utilizado en artículos científicos. La evidencia científica es clara y nos va indicando cómo debemos comer para prevenir y tratar este tipo de patologías.