El té verde es uno de los alimentos con mayor poder antioxidante que existen. Su proceso de elaboración
conserva intactos todos los componentes curativos de las hojas frescas de la planta y, en especial, las vi taminas y
las asombrosas catequinas, las sustancias que actúan contra los procesos de oxidación corporal. El té verde previene
las enfermedades cardiovasculares, ayuda a controlar la diabetes, protege de determinadas bacterias y virus y fortalece
el sistema inmunitario. Se ha demostrado su efectividad en la prevención oncológica, y es parte fundamental de todas
las dietas anticáncer. El consumo de té verde permite retrasar el envejecimiento, equilibrar los líquidos del cuerpo,
perder peso y controlar el estrés.