Guillaume Apolinaire nació en Roma, hijo de una aventurera polaca, en 1880 y murió en París en 1918. Considerado como uno de los poetas metafóricos más grandes de la lírica universal, su poesía vive en una encrucijada donde coinciden la canción, la profecía y las visiones oníricas. Poeta de muchos modos, suscitó imitaciones y modas, pero que al fin demostraron lo que tenía de inimitable su genio de transmutaciones y de canto, su ritmo personal, su herencia de Villon y de Rabelais. En la traducción de Manuel álvarez Ortega.