«Yo no represento a ningún colectivo, ni a ningún Govern, ni a ningún pueblo. Soy un abogado.»
Este no es un libro más de los muchos que van a aparecer sobre el juicio al procés. Éste es EL LIBRO.
Escrito por el abogado más prestigioso, es también, y ante todo, la crónica de alguien que cree en su oficio y lo ejerce con honestidad e independencia. ¿Puede un hombre constitucionalista defender a los procesados por el procés? Es más: ¿por qué precisamente algunos de los acusados lo eligieron a él, en lugar de alguien de «su cuerda»? Javier Melero consigue en esta obra describir el mundo catalán más allá del procés, y al recurrrir al uso de los diálogos no solo nos transmite el día a día del juicio, sino que nos hace meternos en él, ser partícipes.
Escrito con un estilo fluido, descriptivo y raramente distendido, el libro se lee como si de una novela judicial se tratara. Sus descripciones son inmejorables; en dos o tres líneas, y utilizando los adjetivos precisos, consigue retratar a cada uno de los muchos personajes que aparecen en el libro, humanizándolos, dotándolos de vida, más allá de la adscripción ideológica. Narrando desde dentro, como un genuino insider, las estrategias y tensiones de las defensas, los entresijos judiciales, las miserias y deslumbramientos de quienes han tocado poder –sean jueces o políticos–, las dudas y temores de los encausados, Melero construye un relato apasionante, en el que no falta un encomiable tono humanista –al fin y al cabo, todos tienen, equivocadas o no, sus razones– y unas pinceladas de referencias culturales y sentido del humor que ponen la distancia justa con la gravedad de lo que está en juego.