En el asalto de un comando palestino a una patrulla israelí en algún lugar de Cisjordania perdido entre la Línea verde y el «cinturón de seguridad», un soldado israelí es secuestrado por la tropa de milicianos, que no tardará en ser aniquilada. Herido, en estado de choque, el rehén pierde todo punto de referencia y olvida su nombre. Se ve arrastrado al otro lado del espejo.
Único superviviente, sin documentos y ataviado con ropa de civil y keffieh, el joven es rescatado por dos mujeres palestinas que curan sus heridas y le dan cobijo. A partir de ese momento se convertirá en Nessim y durante su convalecencia descubrirá y sufrirá el dolor y la aflicción del pueblo palestino en una Cisjordania ocupada. Hasta convertirse en uno de los suyos