Luna había perdido un sueño. No recordaba si era corto o largo, dulce o amargo, en blanco y negro o en color, pero era importante y quería encontrarlo. Siguiendo el inesperado rastro de una flota de barquitos de papel, hechos de las páginas de libros que había leído, Luna se sumerge en un viaje sorprendente, que ensalza la lectura y nos invita a no abandonar jamás nuestros deseos.